El IRS ha desarrollado un plan de “estado futuro” que probablemente produzca una transformación fundamental en la forma en que trata a los contribuyentes. El plan plantea dos preocupaciones importantes. Indica la intención de reducir sustancialmente el servicio telefónico y presencial e indica la intención de impulsar a los contribuyentes que necesitan ayuda a los preparadores de declaraciones de impuestos y las empresas de software de impuestos, un enfoque que aumentará los costos de cumplimiento de los contribuyentes. Hasta la fecha, el IRS ha ignorado la recomendación de TAS de hacer público su plan y buscar comentarios de los contribuyentes.