En 2014, el IRS implementó una política para responder solo preguntas sobre la ley tributaria durante la temporada de presentación, aproximadamente desde enero hasta mediados de abril de cualquier año. Justificó este cambio abrupto de política como un esfuerzo de ahorro de costos en una época de restricciones presupuestarias. Este cambio no concuerda con una agencia encargada de administrar la ley tributaria y enfocada en la experiencia del cliente.
Los contribuyentes tienen situaciones tributarios en constante cambio durante todo el año. Las personas se mudan, abren un negocio, cierran un negocio, se casan, se divorcian, tienen hijos y experimentan muchos otros cambios en la vida que afectan sus obligaciones tributarios. Forzar a los contribuyentes a una ventana de 3.5 meses para hacer preguntas o hacer que sea necesario que busquen asesoramiento de una fuente externa puede ser frustrante y costoso para el contribuyente y resultar en una erosión de la confianza en el IRS.