Los preparadores de declaraciones desempeñan un papel esencial en la administración tributaria y, en los últimos años, los preparadores de declaraciones de impuestos remunerados prepararon la mayoría de las declaraciones de impuestos sobre la renta individuales presentadas. Muchos de estos preparadores no tienen credenciales y no están sujetos a estándares mínimos, como pruebas de competencia, educación continua o reglas éticas. Los datos del IRS muestran que hay significativamente más preparadores de declaraciones de impuestos remunerados no acreditados que el total de todos los preparadores remunerados acreditados que preparan declaraciones individuales y los preparadores no acreditados atienden desproporcionadamente a los contribuyentes de ingresos más bajos. Por ejemplo, los preparadores no acreditados prepararon aproximadamente el 82 por ciento de las declaraciones individuales del año tributario (TY) 2022 que reclaman el Crédito Tributario por Ingreso del Trabajo (EITC) que fueron preparadas por preparadores de declaraciones de impuestos remunerados. La supervisión del IRS de la profesión protegería a los contribuyentes al imponer reglas éticas y garantizar un nivel mínimo de competencia para los preparadores de declaraciones federales remunerados. La ausencia de dicha supervisión expone a los contribuyentes al daño impuesto por preparadores de declaraciones ineptos o deshonestos. Debido a que los contribuyentes tienen la responsabilidad última de la exactitud de sus propias declaraciones, los preparadores de declaraciones incompetentes y poco éticos exponen a los contribuyentes a deficiencias tributarios imprevistas, multas, intereses, impuestos pagados en exceso o reembolsos perdidos.